Álvaro Sevilla-Buitrago y la reconceptualización del urbanismo en «Contra lo común»
El urbanismo, esa disciplina que ha modelado las ciudades y los espacios que habitamos, es revisado críticamente por Álvaro Sevilla-Buitrago en su obra «Contra lo común. Historia radical del urbanismo». Esta obra, que desafía las nociones previamente aceptadas, aborda cómo la planificación espacial ha influido en la estructuración de sociedades menos comunitarias y más individualistas, tomando ejemplos históricos que ilustran esta transformación.
Orígenes y evolución del urbanismo según Sevilla-Buitrago
Contrario a la creencia popular que sitúa los orígenes del urbanismo en las metrópolis del siglo XIX, Sevilla-Buitrago argumenta que sus raíces se encuentran en el campo inglés del siglo XVIII. Este periodo fue crucial debido a las leyes de cercamiento, que transformaron el uso y la propiedad de las tierras comunales, un fenómeno que Marx relacionaría luego con el surgimiento del capitalismo. Este cambio en la propiedad de la tierra es visto por el autor como un precursor directo de las técnicas modernas de planificación urbana que surgirían más tarde.
Impacto social de la planificación urbana moderna
El libro de Sevilla-Buitrago proporciona ejemplos específicos sobre cómo la planificación urbana ha contribuido a desplazar comunidades y alterar modos de vida. Por ejemplo, menciona las zonas residenciales para obreros en Berlín durante los años veinte, diseñadas para aislar y reducir la sociabilidad de las clases trabajadoras. Estos desarrollos, aunque impresionantes desde una perspectiva arquitectónica, han jugado un papel en la dilución de las comunidades robustas que caracterizaban esos espacios antes de su intervención.
El caso de Central Park
Uno de los ejemplos más ilustrativos en el ensayo es el de Central Park en Nueva York. Aunque comúnmente se considera un espacio público democrático, Sevilla-Buitrago expone cómo su creación estuvo orientada a la eliminación de prácticas comunitarias en su área circundante. Las ordenanzas que acompañaron su apertura, aunque incluían prohibiciones razonables, también eliminaron actividades comunitarias que eran típicas en los barrios populares de la época.
Disociación entre teoría y práctica en urbanismo
Una reflexión central en «Contra lo común» es la disonancia cognitiva que viven muchos urbanistas entre sus ideales y los efectos reales de sus trabajos. El autor propone que, a pesar de las visiones utópicas enseñadas en las academias, la práctica habitual del urbanismo a menudo fomenta el aislamiento y reduce la interacción social, contradiciendo sus objetivos declarados de mejorar la vida comunitaria.
Urbanismo como herramienta social y ambiental
Finalmente, Sevilla-Buitrago no solo critica; también propone alternativas. Sostiene que existe un modelo de planificación radical, donde el urbanista se convierte en un facilitador al servicio de la comunidad. Este enfoque es más prometedor para reparar el tejido social y responder a desafíos contemporáneos como el cambio climático, aprovechando la capacidad de las comunidades para gestionar sosteniblemente sus recursos.
En suma, «Contra lo común» de Álvaro Sevilla-Buitrago es un llamado a repensar y redirigir el urbanismo hacia prácticas que verdaderamente fortalezcan la cohesión y la resiliencia comunitarias.