Katia Rejón: una voz que pertenece a la tierra maya
La periodista mayadescendiente Katia Rejón presenta su libro «Tierra de sol», una colección de crónicas que narran la historia de Yucatán y su gente. A través de sus historias, Rejón nos muestra un territorio en resistencia, donde la esperanza florece en medio de la lucha por la identidad y la preservación cultural.
La identidad maya más allá de la exotización
Rejón nos lleva a Tecoh, un pueblo ubicado en la Reserva Estatal del Anillo de Cenotes, donde conoce a Ángel Avilés y Patricia Uh, dos artistas que se mudaron a este pueblo desde Mérida. Ahí construyeron un centro cultural llamado In ki kalante, que significa «lo voy a cuidar». A través de sus historias, Rejón nos muestra que la identidad maya no es algo exótico o romantizado, sino una forma de vida real y viva.
La importancia de cuestionar la idea de «rescate» en los espacios rurales
Rejón cuestiona la idea de que los espacios rurales necesitan ser «rescatados» por personas de la ciudad. En su lugar, argumenta que debemos acercarnos a aprender de las personas que viven en estos espacios y respetar su conocimiento y sabiduría. «Es una postura muy condescendiente pensar ‘quiero ir ahí para ayudar'», dice Rejón. «En lugar de eso, debemos aprender de las personas que están cuidando los bosques, el desierto, las montañas, la selva, el mar».
La exploración de la identidad personal
Rejón también explora su propia identidad como mayadescendiente en el libro. Ella nos cuenta que su padre le dijo que era maya por primera vez en un viaje en carretera, y que desde entonces ha estado explorando su propia identidad y relación con la tierra maya. «Preguntarnos sobre nuestro origen puede abrirnos muchas posibilidades de ser», dice Rejón. «En esa exploración es donde sí vale la pena hablar de identidad».
La reconciliación con las pérdidas y transformaciones del territorio
Rejón también reflexiona sobre cómo se reconcilia con las pérdidas y transformaciones del territorio maya. Ella encuentra esperanza en las nuevas generaciones y en las infancias y adolescencias que están luchando por preservar la cultura y la tierra maya. «En las nuevas generaciones, en las infancias y en las adolescencias es en donde veo la luz al final del túnel», dice Rejón. «Ver a las juventudes hacer música de protesta en maya; verlas involucradas en las actividades tradicionales, como el Janal Pixán; o como el caso de defensa del territorio en Homún, donde la niñez local logró un juicio de amparo para cerrar una megagranja porcícola».
El futuro de la tierra maya
Finalmente, Rejón nos habla sobre su visión para el futuro de la tierra maya. Ella espera que su libro inspire a las personas a reflexionar sobre su relación con el territorio y con las personas con las que lo comparten. «Mi intención con el libro no era decir ‘esto es Yucatán, una guía para visitarlo'», dice Rejón. «Sino una manera de mirar el lugar donde vives y mirarte a ti también. Reflexionar sobre ser parte de un todo, un todo complejo lleno de esperanzas y contradicciones».
Entre las acciones que podemos tomar para apoyar la preservación de la cultura y la tierra maya, Rejón sugiere lo siguiente:
- Aprender sobre la historia y la cultura maya
- Apoyar a las organizaciones y comunidades que trabajan para preservar la tierra y la cultura maya
- Visitar la región de Yucatán y experimentar la cultura y la hospitalidad maya
- Participar en actividades y eventos que promuevan la cultura y la identidad maya
a través de sus historias y reflexiones, Rejón nos muestra que la tierra maya es un lugar de resistencia y esperanza, donde la cultura y la identidad maya siguen vivas y en constante evolución.