Ernestina de Champourcín: Una Poetisa Infravalorada de la Generación del 27
Ernestina de Champourcín (1905-1999) fue una poetisa española que formó parte de la conocida como Generación del 27, un movimiento literario que se desarrolló en España durante la década de 1920 y que se caracterizó por una gran creatividad y experimentación en el campo de la poesía.
Vida y Obra
Nacida en Vitoria en el seno de una aristocrática familia, Ernestina fue hija de un barón de origen francés y de una madre nacida en Montevideo. Criada en un ambiente culto y conservador, se formó en Madrid y dominó perfectamente el inglés, el francés y el portugués. Pese a su sólida educación y a su inquietud intelectual, no realizó estudios superiores debido a presiones familiares y sociales.
Sin embargo, esto no impidió que con 21 años publicara su primer libro de poesía, En silencio (1926), editado por Espasa-Calpe. Sus variadas lecturas, desde los clásicos grecolatinos a los autores del Siglo de Oro, a las que añadió un conocimiento de las obras más modernas gracias a su dominio de diversos idiomas, la situó en una posición destacada en el ambiente literario de su época. Con Juan Ramón Jiménez como maestro reconocido, desde muy joven se movió en los ambientes más dinámicos y creativos de la efervescente escena madrileña de la época.
En 1934 Gerardo Diego la incluiría en su Antología como una de las representantes más destacadas de la nueva generación de poetas gracias a obras como La voz en el tiempo (1931). Además, también colaboró habitualmente en prensa, escribiendo para cabeceras como La Gaceta Literaria, El Heraldo o La Época.
Exilio y Regreso a España
En 1936 se casó con Juan José Domenchina, antiguo secretario de Azaña y escritor, a quien acompañó durante la Guerra Civil, ejerciendo como enfermera, y más tarde en su exilio, primero en Francia y más tarde en México, donde fueron invitados por Alfonso Reyes, por entonces director de la Casa de España.
Durante su estancia en México se ganó la vida como traductora, mantuvo relaciones con el grupo de exiliados republicanos, como León Felipe o Cernuda, colaboró en revistas como Istmo y publicó importantes libros, como Presencia a oscuras (1952), en el que ya es patente su conversión religiosa. En 1959 murió Domenchina, lo que estimuló su regreso a la poesía, ahora teñida de un misticismo muy personal, como se observa en su obra Poemas del ser y el estar (1972). Ese mismo año regresó a España, donde vivió un extrañamiento que reflejó en títulos como Primer exilio (1978).
Reconocimiento Literario
En ningún momento dejó de escribir, y es precisamente la poesía de su última época la que algunos críticos más valoran, expresada en volúmenes como Presencia del pasado (1996). Evolucionó de cierto romanticismo a una poesía más conceptual, marcada por el sentimiento religioso y que destaca por su depuración.
Pese a que en los años 80 se creó un premio con su nombre y a que en la década siguiente recibió diversos galardones, su figura ha sido esquinada durante mucho tiempo, quizá por la dificultad en encasillarla. Solo en los últimos años ha vuelto a ser reivindicada como una voz propia y a descubrir dentro de la generación tan deslumbrante a la que perteneció.
Timeline de su vida
- 1905: Nace el 10 de julio en Vitoria
- 1926: Publica su primer libro, En silencio
- 1931: Publica La voz en el tiempo
- 1934: Aparece en la Antología de Gerardo Diego
- 1936: Inicia su exilio en México
- 1952: Publica Presencia a oscuras
- 1972: Regresa a España y publica Poemas del ser y el estar
- 1975: Publica su epistolario con Zenobia Camprubí La ardilla y la rosa
- 1999: Fallece en Madrid el 27 de marzo
Enlaces de interés
- Fernández Urtasun, Rosa. «Ernestina de Champourcin: mujer y cultura en el siglo XX. »Madrid: Biblioteca Nueva, [2006]
- Landeira, Joy. «Ernestina de Champourcin: vida y literatura».Ferrol: Sociedad de Cultura Valle-Inclán, [2005]
- Mabrey, María Cristina C. «Ernestina de Champourcin, poeta de la Generación de 27, en la oculta senda de la tradición poética femenina. »Madrid: Torremozas, 2007
Conclusion
Ernestina de Champourcín fue una poeta infravalorada y olvidada durante mucho tiempo. Sin embargo, en los últimos años ha ido recuperando el lugar que se merece dentro de la Generación del 27. Su poesía, marcada por el romanticismo y el sentimiento religioso, es una muestra de la creatividad y la experimentación que caracterizaron este movimiento literario tan importante en la historia de la literatura española.
(Servicio de Información Bibliográfica)