Del Loco al Mundo: El reverso cultural del tarot, mucho más que videntes y adivinación
El tarot es mucho más que un simple mazo de cartas usado para la adivinación. Es una rica amalgama de arte, historia, psicología y filosofía. En la reciente exposición y los libros que la acompañan, se explora la dimensión cultural y estética de este fascinante oráculo, revelando su profundo impacto en la creatividad y el autoconocimiento.
Orígenes históricos y evolución del tarot
La historia del tarot se remonta al norte de Italia durante el Renacimiento. Originalmente conocido como tarocchi, servía como entretenimiento en la corte mediante elaborados juegos de cartas. Estos primeros mazos destacaban por sus ricas ilustraciones de temas alegóricos y figuras arquetípicas, vinculados fuertemente a la cultura visual y espiritual de la época.
Con el tiempo, el uso del tarot se expandió más allá de Italia, adaptándose y evolucionando en diversas culturas. Por ejemplo, el bien conocido tarot de Marsella cobró forma en Francia, y es este diseño el que muchas veces se asocia con la práctica contemporánea de la cartomancia.
El tarot en la cultura contemporánea
Hoy en día, el tarot ha trascendido su función original de juego para convertirse en una herramienta poderosa de introspección y crecimiento personal. Artistas y pensadores modernos, como Alejandro Jodorowsky y Jessa Crispin, han explorado sus aplicaciones creativas y terapéuticas, proponiendo nuevas maneras de entender las imágenes y símbolos del tarot.
En la literatura, numerosos autores han publicado guías y ensayos que profundizan en el significado simbólico de las cartas y su aplicación en la vida cotidiana. «El tarot creativo» de Jessa Crispin es un ejemplo reciente de esta tendencia, donde el tarot se presenta como un puente entre el conocimiento ancestral y la creatividad personal.
El tarot y su relación con el arte
El aspecto visual del tarot siempre ha sido un punto focal en su estudio y apreciación. Artistas a lo largo de los siglos han encontrado inspiración en la rica simbología del mazo, creando obras que tanto respetan la tradición como la reinterpretan. La exposición «La torre invertida. El tarot como forma y símbolo», es un claro ejemplo de cómo el tarot sigue influyendo en el arte contemporáneo, presentando obras que van desde la reinterpretación de los arcanos mayores hasta propuestas que conectan el tarot con movimientos artísticos modernos como el surrealismo y el arte conceptual.
Más allá del arte y la literatura, el tarot ha encontrado un lugar en debates más amplios sobre psicología y espiritualidad. La aplicación del tarot en la práctica de la psicoterapia, por ejemplo, ha abierto nuevas vías para la exploración del inconsciente. El mismo Carl Gustav Jung, figura emblemática en la psicología del siglo XX, reconoció el valor simbólico del tarot en el entendimiento del arquetipo y el inconsciente colectivo.
A su vez, en el campo de la ciencia, se han realizado tentativas de diálogo entre el método científico y la estructura del tarot, como lo plantea el libro «Tarot y Ciencia» de Guglielmo Foffani. Aunque pueda parecer una conexión improbable, el valioso intercambio de ideas demuestra la flexibilidad y profundidad del tarot como sistema simbólico.
Mientras el tarot continúa inspirando a artistas, escritores, psicólogos y hasta científicos, su rol en la cultura popular y académica sigue expandiéndose, desafiando las fronteras entre lo místico y lo empírico, y afirmándose como un valioso objeto de estudio en diversas disciplinas.