Un animal salvaje’ lleva el clásico thriller de Joël Dicker a nuevos horizontes, explorando la naturaleza humana y los anhelos de riqueza a través de una trama apasionante.
Crimen y Romance:
En «Un animal salvaje» de Joël Dicker (publicada por Alfaguara), dos personajes evocan la icónica pareja de Anna Karina y Belmondo en «Pierrot el Loco». Estos encantadores gángsters-amantes recorren Francia en un descapotable, entregándose a su naturaleza salvaje. Mientras tanto, otro personaje, reminiscente del Tom Ripley de Highsmith, vive con el temor constante de ser descubierto en su juego de apariencias. Dicker nos sumerge en una fiesta donde la opulencia contrasta con la sencillez, recordando la atmósfera de «El Gran Gatsby».
Evolución Literaria:
Aunque Dicker es conocido por sus thrillers sobre secretos entre las élites, «Un animal salvaje» revela una profundidad nueva en su obra. El autor confiesa a EL MUNDO que su perspectiva ha evolucionado: «Mi mirada se ha vuelto menos despreocupada».
La Trama:
La novela entrelaza dos historias a lo largo de 450 páginas: una centrada en una pareja de atracadores de bancos y su mentor criminal, y otra en una pareja de clase media deslumbrada por sus vecinos adinerados. La tensión entre clases sociales se refleja en la narrativa, con escenarios que representan los contrastes de Ginebra.
Reflexiones sobre la Sociedad:
Dicker explora la realidad social y económica de Ginebra, destacando la brecha entre la opulencia y la clase media. La novela sugiere que los antiguos privilegios bancarios suizos aún influyen en la psique colectiva. Los personajes, a pesar de sus acciones cuestionables, no son juzgados, sino que se invita al lector a comprender sus motivaciones y dilemas morales.
Conclusión: «Un animal salvaje» es más que un thriller convencional; es una exploración de la condición humana en medio de la riqueza, la ambición y la moralidad. Dicker desafía al lector a cuestionar sus propias percepciones y juicios morales, haciendo de esta novela una lectura intrigante y reflexiva.