‘Stella’, Un Remanso de Ocio y Conspiración en el Madrid de Ava Gardner y Di Stéfano
En la vibrante Madrid de la posguerra, la piscina Stella no solo refrescaba los ánimos estivales, sino también fue un hervidero de cultural y encuentros clandestinos. La novela Los días ligeros, de Yolanda Guerrero, nos sumerge en aquel oasis urbano donde la élite deportiva, cultural y el glamour de Hollywood convivían con la tensión política de la España de Franco.
A medio camino entre la recreación histórica y el homenaje nostálgico, Guerrero desvela cómo este singular espacio de la calle Arturo Soria fue punto de encuentro y desenfreno para figuras como Ava Gardner y el legendario Alfredo Di Stéfano, entre otros. Hoy, el antiguo glamour de la piscina Stella aguarda tras puertas cerradas, esperando una resurrección improbable dado su status de edificio protegido.
Los Inicios y la Época Dorada de la Piscina Stella
Construida en 194 beco de cultura y ocio en medio de un Madrid aún cicatrizado por la guerra civil. Originalmente, el terreno pertenecía a la familia Pérez-Vizcaíno, conocida por su criadero de pollos antes de convertirse en el centro de la vida social madrileña.
El diseño original del recinto fue obra del arquitecto Fermín Moscoso del Prado y más tarde ampliado por Luis Gutiérrez Soto, conocido por sus obras en la plaza de Callao y el cine Barceló. Bajo el cielo azul de Madrid, la piscina tenía un atractivo especial no solo por su estructura sino también por ser punto de encuentro de celebridades de la época.
Refugio de Estrellas y Juegos de Espías
Durante los años cincuenta, Stella se convirtió en el lugar favorito de figuras internacionales como Ava Gardner, que encontraban en este espacio una libertad difícilmente imaginable en otros contextos del franquismo. La piscina no solo ofrecía un escaparate de lujo y desenfreno, sino que también albergaba encuentros menos visibles pero igualmente intensos de conspiraciones políticas y sociales.
Guerrero relata en su novela cómo esta atmósfera de glamour y tensión política atraía a personalidades de todo tipo, desde militares estadounidenses hasta artistas y deportistas que disfrutaban de su hedonismo característico, mientras en las sombras se fraguaban planes y estrategias contra el régimen de Franco.
El Declive y Cierre de un Icono Madrileño
A pesar de su fama y la asiduidad de figuras destacadas, la historia de la piscina Stella es también la de su inevitable declive. Con la llegada de los años ochenta y el aumento de las piscinas privadas en las urbanizaciones locales, Stella fue perdiendo protagonismo hasta su cierre definitivo.
Hoy, la piscina espera silenciosa, cerrada a cal y canto, un futuro incierto debido a su designación como edificio protegido que impide su demolición o reconversión en viviendas. Los ecos de risas, música y discusiones políticas siguen resonando entre sus paredes, testimoniando un pasado vibrante que Guerrero ha sabido capturar con maestría en su narrativa.
La Piscina Stella en la Literatura y el Cine
Stella no solo ha sido un actor principal en las crónicas sociales y políticas de Madrid, sino que también ha servido como inspiración para la cultura popular, siendo escenario de rodajes cinematográficos y novelas que reflejan su importancia. Desde películas de la época hasta su reciente inmortalización en la obra de Guerrero, Stella representa un espejo de la cultura y las convulsiones de su tiempo.
En resumen, la piscina Stella de Madrid no es solo un espacio físico, sino un símbodo de épocas pasadas, donde cada chapuzón y cada brindis escondían historias de libertad y resistencia. A través de la narración de Yolanda Guerrero, Stella nos invita a sumergirnos en un Madrid que, a pesar de su opresión, nunca dejó de buscar momentos de escape y alegría.