Zadie Smith y «La impostura»: Un Salto Atrás en el Tiempo con su Primera Novela Histórica
La reciente obra de Zadie Smith, «La impostura», ha llegado a las librerías, sumando expectativa y curiosidad entre los seguidores de la autora británica. Esta novela, que se interna en la complicada telaraña de la Inglaterra victoriana, marca el primer acercamiento de Smith al género histórico. El trasfondo es el emblemático caso Tichborne, un juicio que capturó la atención y dividió a la sociedad británica de la época. A través de esta intrincada trama, Smith explora las dinámicas de identidad, poder y justicia, elementos siempre presentes pero mostrados aquí bajo un nuevo prisma.
«La impostura»: Su Contexto y Origen
La impostura no sólo es una exploración histórica, es el retorno literario de Smith a su Londres natal tras años en Nueva York. Encontrándose en un café de St. Pancras, nos comparte que la elección de la época victoriana no fue casual. Fue un momento de «mucho sufrimiento y mucha injusticia, pero también mucho cambio político», aspectos que según Smith, sientan las bases de muchas de las libertades modernas, como el sufragio universal y el concepto de lo público.
Más allá del contexto social y político, «La impostura» se interna en los intricados lazos entre la autora y el paisaje cultural de su país. Smith, nacida en un hogar de madre jamaicana y padre inglés, explora su herencia y cómo la historia de estos dos países se entreteje en su identidad y escritura. Este retorno a las raíces es palpable en el modo en que describe el proceso creativo del libro como algo «catártico».
Influencias y Personajes Centrales
Smith confiesa haberse inspirado en figuras literarias del periodo victoriano para dar forma a sus personajes. Uno de los más destacados es Andrew Bogel, el criado jamaicano que juega un papel crucial en el juicio Tichborne, marcando un fuerte contraste con otros personajes cuyo testimonio se ve turbado por intereses personales y económicos. El personaje principal, Eliza Touchet, es un reflejo de mujeres astutas pero invisibilizadas de su época, una mezcla de Elizabeth Bennet de Jane Austen—por su inteligencia—y de astucia propia de una mujer que ha vivido más de seis décadas.
Estos personajes no solo llevan adelante una trama fascinante, sino que también permiten a Smith discutir cuestiones de raza, clase y género desde una perspectiva que, sin ser anacrónica, invita a la reflexión contemporánea. En sus palabras, existen paralelos claros entre las preocupaciones del siglo XIX y las actuales, «los dos mundos siempre transcurren de forma simultánea», agrega.
La Recepción de la Novela
Desde su lanzamiento, «La impostura» ha sido bien recibida, tanto por la crítica como por los lectores. Este éxito inicial sugiere que la novela no solo atraerá a los ya fans de Smith, sino que también capturará la atención de aquellos interesados en las narrativas históricas, ofreciendo una visión fresca y matizada de una era frecuentemente idolatrada o vilipendiada en la literatura.
La historia detrás de la novela, tan rica y personal como la trama misma, sin duda enriquece la experiencia del lector. Esta no es solo una incursión en un género nuevo para Smith, sino una exploración más profunda de sus propias raíces, miradas ahora a través de la lente de su vasto talento narrativo.
Smith, con «La impostura», no solo promete entretener, sino también provocar cuestionamientos sobre cómo las narrativas históricas pueden ser reinterpretadas y cómo los legados culturales configuran nuestra percepción del pasado. Con una agenda promocional que incluye paradas en la Bienal de pensamiento de Barcelona y el festival Ja! en Bilbao, Smith se prepara no solo para presentar su obra, sino para dialogar sobre su significado en tiempos que, en muchos sentidos, no son tan diferentes del pasado que retrata.